Vistas:0 Autor:Editor del sitio Hora de publicación: 2023-07-24 Origen:Sitio
Un gabinete de seguridad biológico (BSC) es una pieza especializada y vital de equipos de laboratorio diseñado para proporcionar un entorno controlado y seguro para el manejo de microbios y otras muestras biológicas potencialmente dañinas. Las BSC logran esto utilizando una combinación de controles de flujo de aire y filtración HEPA (aire de partículas de alta eficiencia).
El principio operativo de un BSC gira en torno al concepto de flujo laminar. El flujo laminar es un flujo de aire liso, recto y no turbulento que ayuda a prevenir la contaminación cruzada. Cuando se enciende el BSC, el aire de la habitación se dibuja a través de la abertura delantera. Esta entrada de aire es crucial para proteger al personal, ya que evita que los aerosoles generados dentro del gabinete escapen al entorno de laboratorio. Simultáneamente, el gabinete se basa en aire adicional en la habitación a través de las rejillas de admisión en su base. Este aire se mezcla con el aire de flujo descendente dentro del gabinete que desciende desde la parte superior. El aire combinado se tira posteriormente a través de un pleno, que es una cámara presurizada, debajo de la superficie de trabajo. Luego, el aire se filtra pasando a través de un filtro HEPA. Los filtros HEPA están diseñados para capturar más del 99.97% de todas las partículas en el aire que tienen un tamaño de 0.3 micrómetros, lo que reduce significativamente el número de contaminantes potenciales. El aire filtrado con HEPA se circula nuevamente en el espacio de trabajo del gabinete, creando un entorno limpio y libre de partículas para operaciones sensibles. Esta filtración continua del aire reduce el riesgo de contaminación en el aire de la muestra que se trabaja dentro del gabinete. Sin embargo, no todo el aire permanece en circulación. Parte del aire filtrado con HEPA se agota del gabinete, ya sea en el laboratorio o a través de un sistema de escape dedicado, dependiendo del tipo de BSC y la naturaleza de los agentes biológicos que se manejan. Este mecanismo de escape ayuda a proteger el medio ambiente asegurando que los aerosoles potencialmente dañinos creados dentro del BSC estén atrapados efectivamente y no escapen al laboratorio o en los alrededores. A través de estos procesos, el BSC proporciona tres niveles de protección: protección del personal contra agentes dañinos dentro del gabinete, protección del producto para evitar que la muestra se contamine y la protección del medio ambiente filtrando el aire que se agota del gabinete. Es importante tener en cuenta que para que el BSC funcione de manera efectiva, debe mantenerse correctamente y probarse regularmente. La abertura delantera debe mantenerse clara, el flujo de aire debe estar equilibrado y los filtros HEPA deben reemplazarse según el horario recomendado.
En general, el BSC desempeña un papel crucial para garantizar la seguridad biológica en el laboratorio, que ofrece un ambiente estéril y contenido para que los investigadores realicen su trabajo al tiempo que minimizan los riesgos asociados con el manejo de agentes biológicos potencialmente dañinos.